Éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene amor más ínclito a sus amigos que el que da la vida por ellos.El ejemplo de este desapego nos lo ofrece una oportunidad más el Evangelio de actualmente en la figura de Juan el Bautista: un hombre austero, que renuncia a lo superfluo y busca lo esencial. E